martes, 9 de septiembre de 2014

ANSIEDAD E INSEGURIDAD (y 2)


Con este comentario cerraré este capítulo de momento. Sé que es un tema que interesa mucho, dado el gran número de consultas que se realizan por estas cuestiones.

Decía en el escrito anterior, que la terapia analítica puede ayudar mucho a estas personas que se sienten inseguras, ya que a diferencia de otras terapias, analizan las causas y condiciones en las que se produce la inseguridad, desde ese pasaje de la niñez a la adolescencia y después a la adultez. Este crecimiento personal siempre lleva un equipaje que portamos desde los primeros años, donde el yo viene cargado de identificaciones, que ha ido encontrando por el camino y que a veces perturban más de la cuenta. Por ejemplo la persona que piensa que es torpe para determinada cuestión, por ejemplo para estudiar, porque creció con este convencimiento, muchas veces falso, ya que después al volver a coger los libros para realizar algún curso profesional, o simplemente, con la lectura de libros actuales, descubre que tiene más capacidad de la que creía, o de la que le habían hecho creer.

Así funcionan muchas cosas, nosotros mismos nos auto-limitamos porque pensamos que no podemos hacer esta o aquella cuestión, antes de intentarlo. Creemos poco en nosotros mismos y somos los más críticos. Todo ello nos proporciona mucha inseguridad, por esta falta de confianza y mucha ansiedad, cuando nos tenemos que enfrentar a ciertas tareas para las cuales pensamos que no son para nosotros/as.

La terapia analítica trabaja mucho estas cuestiones, contribuye a deshacer esas máscaras de protección que conforman nuestro yo, y que nos hacen parecer lo que no somos. El abordaje del inconsciente profundiza en nuestros temores, deshaciéndolos al comprobar su falta de consistencia, cuando se analiza nuestro pasado.

Experiencias del pasado algo traumáticas, provocan la alerta en nuestro organismo, cuando nos enfrentamos a un problema parecido. Pero el propio análisis de los temores comprobando su desmesura, nos libera y hace que podamos afrontar de otra manera estas cuestiones. Poco a poco la inseguridad y la ansiedad desaparecen, ya que se desvanece el peligro.

Un paso más puede abrir nuestros deseos inconscientes y hacer que cumplamos aquello que nos parecía tan complicado y difícil. Consiguiendo después la fuerza para seguir adelante y valorarnos más por el camino andado, que antes parecía imposible.