miércoles, 12 de julio de 2017

POSVERDAD, LA VERDAD SUBJETIVA

Posverdad es un nuevo término que se incluirá en el diccionario de la RAE, y se refiere a aquella información o aseveración que no se basa en hechos objetivos, “sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público”. Cuando los hechos objetivos tienen menos influencia en definir la opinión pública que los que apelan a la emoción y a las creencias personales.

Este nuevo término constituye un punto de inseguridad, de malestar en el individuo bastante importante, y que cuestiona los conceptos establecidos de ‘verdad’ y ‘mentira’. A partir de ahora tendremos que pensar muy bien lo que podemos creer y lo que no.

La posverdad se ha utilizado continuamente en periodismo, en publicidad, en campañas políticas. Es la verdad de los charlatanes. Durante la campaña de Donald Trumb, ha funcionado muy eficazmente para sus seguidores y ha supuesto el cuestionamiento del periodismo clásico. Ha sido eficaz, esparciendo verdaderas mentiras con semblante de verdad, (por ejemplo, se decía que Obama no era americano). El periodismo menos riguroso, el periodismo amarillo difunde noticias sin contrastar continuamente. Luego rectifica o no. La fe de erratas de antaño tendría que ocupar ahora varias páginas en muchos periódicos de papel o digitales. Los lectores ya no se fían como antes, incluso en la televisión se establecen verdades sin fundamentar, que luego no son ciertas. El uso consciente de la mentira, bajo el traje de posverdad, ha servido para manipular a la opinión pública.

Los términos verdad y mentira ahora toman una nueva dimensión, y responden cada vez más, a lo que siente el sujeto, a la psicología cotidiana. Tres hermanos contarán el mismo suceso acaecido en su infancia de tres formas diferentes, estando seguros de que aquello fue así. Cada uno poseemos nuestra verdad y pensamos que es la auténtica, porque se fundamenta en nuestras emociones creencias o deseos, por tanto nuestra verdad es nuestra posverdad, ya que se basa en hechos subjetivos.

LA VERDAD EN PSICOANÁLISIS
En psicoanálisis conocemos bien esta cuestión, y en los análisis sabemos que es la posverdad la que interesa, es decir la verdad que se cree el sujeto, y que confiesa como hechos ocurridos sin aparente discusión. Luego comprobará que las cosas no son como las recordaba, ni como las creía.

En determinadas patologías dentro de las psicosis, la verdad en el sujeto se torna en certeza, aquello que dice es incuestionable y no tiene vuelta de hoja. La terapia tiene que andar en estos casos, por otros caminos, según la técnica, ya que aquí la verdad es un muro que se levanta sin restricciones.

En el psicoanálisis se analiza la verdad del sujeto, la verdad inconsciente, productora de síntomas, su creencia en esa realidad vivida, es la que produce la enfermedad. Por eso no se funciona como un detective que intenta recomponer el suceso, para encontrar el origen del problema, en forma de verdad autentificada.

LA VERDAD EN LA CIENCIA
La verdad está menos cuestionada en la ciencia, dado que recibe continuas comprobaciones. La verdad dentro de la ciencia, ofrece mayor credibilidad. Determinadas revistas son muy rigurosas y se han ganado su prestigio a partir de contar las verdades científicas contrastadas. Para ello existe todo un procedimiento basado en la demostración de las hipótesis que desarrollan los descubrimientos, y que van interpretando la realidad desconocida, dejando cada vez menos territorio a la religión, o a la filosofía.

La religión se basa en la posverdad, en admitir una verdad basada en la fe. No hay cuestionamiento ni crítica posible, o se cree o no.

La filosofía a lo largo de la historia ha mostrado un camino teórico que la ciencia ha allanado y definido. En la antigüedad los filósofos eran también científicos. En el Renacimiento figuras como Leonardo encarnaban al artista y al científico, en busca de la belleza y la verdad.

En la actualidad todo marcha a mucha más velocidad y con el nuevo siglo se especializa en apartados pequeños del conocimiento humano. Cada vez hay menos espacio para la incertidumbre. Aun así todavía resuena el principio de incertidumbre de W. Heisemberg (1925), que muestra cierta indeterminación en la física cuántica.

También la localización de los sucesos físicos en la relación del tiempo y el espacio es relativa según donde nos situemos, y muestra otra verdad relativa, dentro de la teoría de la relatividad (Einstein 1905 y 1915)

Incertidumbre, relatividad, no son principios muy populares, pero muestran también los límites que la ciencia tiene

LA DUDA EXISTENCIAL
Todo lo dicho tiene su carácter relativo, pero esta relatividad tampoco nos tiene que llevar a la duda sistemática, en un nuevo cartesianismo, sabemos los límites de la verdad, y estos límites nos pueden hacer abrir los ojos para no ser tan excesivamente creyentes en los planteamientos de políticos que sólo buscan apoyos incondicionales, o ser más críticos con la publicidad que trata de convencernos con posverdades a veces ridículas.

Alguien decía que este neologismo podía hacer tambalear el sistema, si es así bienvenido sea, puesto que nuestro sentido crítico tiene que analizar las verdades con las que nos encontramos a diario, y no creernos tantas cosas. El proceso de razonamiento tiene que ser más selectivo y riguroso, con las personas que nos intentan engañar para conseguir su beneficio.


La sociedad está llena de trileros que con sus juegos bien estudiados, juegan con la verdad delante de nuestros ojos, escondiéndola y haciéndola aparecer donde creíamos que no estaba.